El contrato de iguala y todos sus beneficios

El concepto de contrato de iguala hace referencia a un acuerdo alcanzado entre un cliente y su abogado. En él, se establece la prestación de una serie de servicios jurídicos a cambio de un importe mensual. Es posible que como forma de pago se pueda establecer otra periodicidad, pero la más habitual es a mes vencido.

De esta forma, con la firma de un contrato de iguala, el cliente se asegura la total disponibilidad del abogado. Además, disfruta de un precio previamente fijado e invariable. Por su parte, el abogado se beneficia de cierta estabilidad en lo que respecta a sus ingresos mensuales.

La forma de trabajo de un abogado mediante una iguala (o tarifa plana) no está definida en ningún texto legal. Sin embargo, la jurisprudencia que creada a lo largo de los años nos da una idea de cómo funciona. Esta establece que el contrato de iguala profesional es una especie de modalidad del tradicional contrato de arrendamiento de servicios. Se define en el artículo 1.544 del Código Civil de la siguiente forma:

“En el arrendamiento de obras o servicios, una de las partes se obliga a ejecutar una obra o a prestar a la otra un servicio por precio cierto.”

De esta definición se desprenden dos obligaciones bien claras. Por un lado, la del cliente, que se compromete a abonar el importe mensual acordado en todos los casos. Y esto debe ser así aunque durante un tiempo determinado no se hayan necesitado los servicios del abogado. Y, por otro lado, la obligación del abogado, que habrá de responder con diligencia al cliente y prestarle todos aquellos servicios pactados que demande, dentro de un plazo razonable.

Servicios que se pueden incluir en el contrato de iguala de un abogado

Ahora bien, ¿qué servicios pueden acordar cliente y abogado incluir dentro del contrato de iguala profesional? En principio, todos aquellos que estén debidamente consensuados por ambas partes. Pero es cierto que existen algunos servicios que son los que la mayoría de contratos de iguala suelen contener.

Lógicamente, los servicios incluidos en la iguala variarán en función de si el cliente es un particular o una empresa. En cualquier caso, distribuidos por los diferentes ámbitos de especialización del derecho, estos son los servicios más frecuentes que se pueden incluir en un modelo de contrato de iguala con un abogado:

• Laboral: los más recurrentes son el estudio de antecedentes, la atención a las consultas que puedan surgir y la actualización de los convenios colectivos.
• Civil: suele estar presente la redacción de contratos de compraventa y arrendamiento, así como el asesoramiento inmobiliario y la reclamación de deudas.
• Mercantil: es muy habitual el contrato de iguala en el ámbito del derecho mercantil, y se suelen prestar servicios como la redacción de certificaciones y contratos y el asesoramiento para el correcto cumplimiento de todas las obligaciones fiscales de las empresas.

Sin duda, lo mejor es que, si quedan excluidos del contrato de iguala alguno de estos servicios, se especifique correctamente. Es importante buscar el máximo nivel de detalle a la hora de firmar el acuerdo. Así, se garantizará que no existan problemas a lo largo del tiempo que duren el contrato y la prestación de los citados servicios.

El modelo de contrato de iguala con un abogado y su contenido

Es importante saber también cómo se redacta un modelo de contrato de iguala con un abogado. El motivo es qué difiere del resto de contratos que se pueden suscribir entre abogados y clientes.

En primer lugar, un contrato de iguala profesional debe incluir los nombres completos y documentos identificativos de ambas partes. Seguidamente, lo normal que es enumeren todos aquellos servicios que se incluyen en el contrato. Igual que el importe de la iguala o tarifa mensual que el cliente se compromete a abonar.

Es positivo que, en la medida de lo posible, se expliquen los detalles de los servicios incluidos. Y también aquellas acciones más o menos comunes gestionadas por un abogado que estarán excluidas del precio. En este punto, es muy frecuente en el caso de los clientes que suscriben un contrato de iguala con un abogado que este les aplique un descuento cuando necesiten alguno de los servicios excluidos (por ejemplo, un 20 % de descuento sobre el precio original).

Seguidamente, habrá que especificar la forma de pago y cuándo se realizarán las revisiones del precio. Durante toda la duración del contrato, es posible que haya que ajustar la tarifa. Y eso mismo, la duración, también habrá que detallarla. Habitualmente se dejará claro cuál será el periodo mínimo de vigencia del contrato de iguala de abogado y cliente.

¿Qué beneficios proporciona el contrato de iguala profesional?

Cualquier contrato de iguala que un abogado pueda firmar con su cliente proporcionará muchos beneficios. Muchos de ellos, además, serán mutuos.

Beneficios para los abogados:

• Les proporciona bastante seguridad financiera, al garantizar un mínimo de ingresos fijos mensuales.
• También se beneficiará de la estabilidad de un contrato de iguala el abogado porque el precio no se verá  modificado. De forma improbable puede existir alguna excepción, pero esta normalmente se pactará.
• En el proceso de configuración del contrato, lo normal es que el abogado calcule el importe que le resulta rentable. Al hacerlo, tendrá en cuenta el volumen de trabajo inesperado que pueda aparecer.

Beneficios para los clientes:

• Les permite conocer con exactitud el coste del servicio, un coste que además será fijo cada mes. Eso sí, siempre que no se soliciten los servicios excluidos del contrato de iguala.
• La iguala o tarifa plana permite al cliente solicitar asesoramiento o los servicios incluidos al abogado cuantas veces quiera. Esto le permite no preocuparse de que ello pueda suponer un incremento en el precio.
• Habitualmente, la negociación del contrato de iguala entre abogado y cliente permite a este último incluir entre los servicios pactados aquellos que prevea que necesitará de manera más recurrente.
• Todo ello deriva en una mayor seguridad jurídica para el cliente. Sin duda, se sentirá acompañado y asesorado en todo momento por su abogado.
• Lo normal es que el cliente se beneficie de un precio inferior al de mercado. A cambio de abonar de manera mensual la iguala acordada, ahorrará en costes.

Como beneficio mutuo, destaca la posibilidad de recurrir a un contrato de iguala profesional por parte de cualquier persona. Así, podrán beneficiarse de esta modalidad un particular, una pequeña, mediana o gran empresa o cualquier otra organización o institución. Por parte de los abogados, estos pueden trabajar con contratos de iguala sea cual sea su situación. Esto es así con independencia de que trabajen por su cuenta o en un despacho.

Situaciones en las que puede ser buena idea firmar un contrato de iguala

Hay situaciones en las que no solo es buena idea firmar un modelo de contrato de iguala entre abogado y cliente, si no que además es incluso preferible a cualquier otro modelo de colaboración o prestación de servicios. Veamos cuáles son esas situaciones:

Cuando existe ya una relación de confianza

Una de las premisas de este tipo de contrato es la confianza entre las partes. Si ya existe una relación profesional entre abogado y cliente, si ya han trabajado juntos con anterioridad y han comprobado que entre ellos la comunicación fluye, entonces es muy probable que trabajar por igualas dé sus resultados.

Y es que la claridad a la hora de explicar los problemas y los objetivos y la predisposición son fundamentales. En este tipo de relación comercial, el cliente debe proporcionar toda la información necesaria y el abogado debe mostrarse disponible.

Cuando se percibe planificación o estabilidad por parte del cliente

No es recomendable comprometerse a trabajar por igualas con clientes que se encuentren inmersos en numerosos procesos judiciales o administrativos. Tampoco si ha demostrado ya de alguna forma cierto nivel de inestabilidad en este sentido. El cliente en este caso tendría que entender que el contrato de iguala con su abogado no sería justo.

Tengamos en cuenta que, aunque es posible (y probable) que el cliente ahorre dinero cada mes al suscribir un contrato de iguala, no se trata de abusar del tiempo y de la confianza del profesional. Debe existir cierto equilibrio y sinceridad a la hora de plantear las necesidades que se prevé tener desde el principio.

Cuando el abogado dispone de tiempo y recursos suficientes

Aunque ya hemos visto que el cliente no debería abusar del tiempo y de la confianza de su abogado, sí es cierto que este último tiene que asegurarse previamente de disponer de cierta disponibilidad temporal para poder atender todas las demandas de su cliente, cuando este se lo solicite y dentro de los plazos establecidos. Así, si como abogado ya crees que cuentas con una cartera de clientes que, a diario, te suele ocupar toda tu jornada laboral, deberías plantearte si de verdad necesitas cambiar tu forma de trabajar.

Cuando hay voluntad de trabajar a largo plazo

El contrato de iguala será ventajoso para ambas partes si existe la voluntad (sobre todo por parte del cliente) de formalizar una relación a largo plazo. En cambio, si el particular o la empresa que necesita los servicios del abogado intuye que solo los requerirá de manera muy puntual, es más que probable que termine dándose cuenta de que no es una opción rentable, y que quiera dar por finalizado el servicio.

Aunque se haya firmado en el contrato una cláusula que establezca un periodo mínimo de vigencia del mismo, no es positivo para el abogado que su cliente tenga la sensación de estar pagando de más o por algo que, en realidad, no necesita.

Algunas precauciones útiles al hacer un contrato de iguala

A pesar de que todos los puntos comentados anteriormente estén claros entre abogado y cliente y de que, en principio, la relación funcione correctamente, siempre es útil tener en mente algunas precauciones o consejos a la hora de trabajar por iguala. Así, las garantías de que todo seguirá como hasta ahora serán más consistentes.

Consejos para los abogados:

• Informarse bien acerca de la identidad, la actividad y los objetivos del cliente.
• Pactar una especie de periodo de prueba, no para decidir si el cliente es bueno o no, sino para determinar si el importe mensual es el adecuado en función de los servicios requeridos.
• Diseñar sistemas de medición que analicen si la iguala resulta rentable económicamente o, al menos, para determinar que no produce más pérdidas de las que se pueden asumir.
• Es recomendable también incluir una cláusula de indemnización por resolución unilateral del contrato por parte del cliente, aunque este punto debe negociarse. Si el cliente no está de acuerdo, es posible que rechace firmar el contrato.

Consejos para los clientes:

• La sinceridad a la hora de comunicar la situación particular o de la empresa es fundamental para que el abogado pueda ejercer de manera óptima la defensa o cualquier trámite que se pueda necesitar.
• Hay que entender que pueden existir periodos largos de inactividad. Es vital que el cliente aprenda a aceptar que lo que se está obteniendo del abogado es su total disponibilidad.
• Es positivo hacer un ejercicio de previsión y pedir la inclusión de una cláusula que establezca en qué condiciones se continuará trabajando en las posibles causas que aún queden abiertas cuando el contrato llegue a su fin. Si se decide no continuar con la relación, el cliente ha de tener claro que sus asuntos no se quedarán sin resolver.

En definitiva, si se cumplen ciertas medidas de precaución, se siguen los consejos antes comentados y, sobre todo, se consigue construir una relación de confianza y sinceridad, el contrato de iguala entre abogado y cliente puede resultar realmente provechoso para las dos partes.

Se trata de un tipo de relación y retribución con la que todos ganan. Entre otras cosas, porque se benefician de una mejor planificación y previsión. En Easyoffer seguro que encuentras a ese abogado de confianza que estás buscando. Solo tienes que solicitar presupuesto sin compromiso y escoger la opción que más se adapte a tus necesidades, de entre todas las que te ofrecemos.