Sobre Javaloyes Legal
El despacho de Javaloyes Legal, con una década de experiencia como firma y dirigido por Miguel Javaloyes quien acumula más de 20 años en la profesión, es especialista en resolver casos complejos. La firma no solo ofrece calidad y compromiso para los asuntos más comunes sino que además muestra un increíble conocimiento y una capacidad resolutiva excepcional en esos temas que presentan especial complejidad.
Para ello cuenta con una decena de abogados (más una amplia red de colaboradores) que conocen los mecanismos jurídicos para desenredar los problemas de sus clientes en las principales ramas del derecho. Que sirva como ejemplo, una de sus especialidades es el Corporate compliance, lo que atañe a la responsabilidad penal de los administradores sociales de una compañía, asuntos que no todos los despachos son capaces de llevar.
Se trata de un despacho muy litigador en tribunales, con mucha experiencia en este sentido, aunque da prioridad a buscar un buen acuerdo antes de llegar a juicio. Y destaca, por encima de todo, por el trato personal a sus clientes. Una excelencia en la atención como clave para mantener la buena salud de la firma.
Javaloyes Legal es especialista en
Trabajan en Javaloyes Legal
Miguel Javaloyes Ruiz
Preguntas y respuestas sobre Javaloyes Legal
¿Dais facilidades de pago? ¿Cómo articuláis las tarifas?
En el despacho hacemos un trabajo artesanal y eso incluye también los honorarios. No hay dos casos iguales y por ello el presupuesto va adaptado a las necesidades del cliente. Nos caracteriza la transparencia en este sentido, no hay minutas sorpresa y el presupuesto siempre que es posible es cerrado. Y si alguna persona necesita un aplazamiento o fraccionamiento de pagos, lo hacemos.
¿Cobráis la primera consulta?
Generalmente no cobramos, cuando el cliente nos muestra su preocupación real por dar solución jurídica a un problema la consulta es gratuita. En el caso en el que solo se busque información o consejo, entonces sí.
¿Cuáles son las claves de un buen despacho de abogados?
La clave es el cliente. Hay otros aspectos importantes como la formación continua de los abogados, la experiencia, y la especificación. Pero para mí el secreto que tiene nuestra profesión es que el cliente crea en ti, dar un servicio de excelencia que haga que confíen en ti. Para esto no vale cualquiera, hay que tener capacidades que se presumen en un abogado, pero sobre todo hay que cuidar la relación con el cliente y dar un servicio excelente, que es lo que a nosotros nos ha hecho crecer.
El boca a boca funciona para bien y para mal, por ello tienes que seleccionar muy bien a quien forma parte de tu equipo, que compartan la misma visión de la abogacía y que tengan esa capacidad de empatizar.
¿Qué diferencia vuestros servicios de los de la competencia?
No somos un despacho grande pero tampoco pequeño. Lo formamos 10 abogados en plantilla, y con colaboradores alcanzamos las 30 personas. El hecho de no ser un profesional individual sino que somos un despacho colectivo nos permite dar un enfoque global a la resolución de los problemas. Algunos casos tienen matices de varias ramas y ese trabajo en equipo nos hace ser más competitivos y mejorar la atención.
En el despacho realizamos un trabajo artesanal, tratamos cada expediente como si fuese el único de nuestro despacho. Nos gusta conocer bien al cliente, y que participe en el proceso describiéndonos con detalle los hechos para poder hacer un análisis completo y dar la mejor solución jurídica.
¿Cómo manejáis los clientes nuevos?
Hacemos un seguimiento muy cercano del que todavía no es cliente. Yo quiero que los clientes se conviertan en amigos, que supere el umbral de la relación profesional y pase a un círculo de mucha confianza.
El procedimiento para conseguir esto es procurar que el cliente nos vea personalmente, que venga al despacho a conocernos. Aunque la tecnología permita otras comunicaciones muy eficientes no hay nada como el cara a cara.
Procuramos que en la primera reunión dar el presupuesto, esto es un valor añadido ya que permite trabajar rápidamente el caso.