Qué hacer si hay okupas en mi casa
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Uno de los problemas más serios que puede encontrar un propietario en el momento de enseñar su casa para alquilar o vender es que esta se encuentre ocupada por okupas. Las dudas son muchas acerca del proceso para desalojar legalmente a estas personas que están cometiendo un delito, ya que en el artículo 245 del Código Penal viene recogido que “el que ocupare, sin autorización debida, un inmueble […] o se mantuviere en ellos en contra de la voluntad de su titular, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses”.
Por lo tanto lo primero que debe saber el propietario es que está amparado por la Ley, que tiene un respaldo sobre el que apoyarse. Aunque es cierto que en muchos casos, según las circunstancias, el proceso para hacer efectivo esos derechos es largo y requiere un esfuerzo por parte del dueño de ese bien.
Ante una vivienda ocupada pueden suceder dos cosas. La primera, y la más positiva para el propietario, es que los okupas abandonen el domicilio ante la reclamación de la persona afectada. La teoría dice que el movimiento Okupa lo que busca es dar alojamiento a quien no lo tiene aprovechando terrenos o inmuebles abandonados o sin uso, por lo que si el propietario opta por volver a su casa aunque lleve tiempo sin usarla, para ponerla en alquiler, venderla o hacer lo que considere oportuna con ella, es posible que simplemente con dialogar con los okupas sea suficiente para que estos abandonen la morada.
Este es el caso ideal y el que menos trabas legales tiene, aunque habría que considerar si se han producido destrozos en el inmueble y pasar a denunciar a quien los haya cometido, una batalla que abordaremos después.
Ahora bien, en los últimos años, a raíz de la crisis y la difusión de los desahucios ha crecido el número de ocupaciones y no en todos los casos serán personas que acepten de buen grado marcharse en el caso de que el propietario reclame. Además están las viviendas que poseen los bancos, y que también son objetivo de los okupas al considerar que se usan para la especulación y justificar en esa base su derecho a invadirlas amparados en la vivienda digna que recoge la Constitución.
¿Qué debo hacer si mi casa está ocupada?
Ponte en la situación. Visitas tu segunda vivienda, a la que por diversas circunstancias hace un par de años que no acudes y que tampoco quisiste alquilar, y te encuentras al introducir la llave que la cerradura no responde. Puedes empezar a sospechar. Hay casos en los que queda claro que una vivienda ha sido ocupada, o que hay pistas evidentes como pintadas, banderas colgadas de balcones u otras que hacen indicar que puede haber gente dentro, pero otras veces la ocupación puede ser sutil y solo percatarse cuando se intenta acceder al domicilio.
La respuesta natural es acudir a la comisaría de policía más cercano a denunciar. ¡Acierto! Este es el primer paso que debes dar si quieres desalojar tu vivienda de una forma legal. Es posible que ni siquiera tengas que demostrar en ese momento que eres el dueño legal del piso ya que con tu palabra bastará para avisar a la justicia de que tu inmueble está ocupado contra tu voluntad. Evidentemente los cuerpos de seguridad comprobarán más adelante que así sea y por supuesto ten en cuenta que presentar una denuncia falsa puede ser utilizado en tu contra, por lo que haz una mínima comprobación antes de acudir al cuartel.
La segunda opción es denunciar ante el juzgado de guardia pero eso alargará más el proceso por lo que no es conveniente.
Una vez dado el primer paso, la Policía acudirá a tu propiedad para dar fe de lo que has expuesto. Una vez que llegue a la puerta pueden pasar dos cosas: que la puerta esté cerrada o abierta. Como hemos apuntado al principio del ejemplo la cerradura no funcionaba por lo que no podrás acceder mediante tu llave al interior, y cuando toquéis al timbre a buen seguro no abrirá nadie. La cosa cambia si la llave te funciona, o da la casualidad de que encontráis la puerta abierta por el motivo que sea. En ese caso la Policía podrá desalojar a los okupas y tú recuperarás la potestad de tu hogar.
Pongámonos en lo peor. La puerta está cerrada, con la cerradura cambiada, nadie responde y no se puede acceder. Las fuerzas del Estado entonces tomarán nota de lo que allí sucede pero no podrán entrar por la fuerza en ese momento ya que necesitarían una autorización judicial.
Es el momento de acudir a la justicia. Contacta con un buen abogado para preparar una demanda en condiciones por un delito de ocupación ilegal. En el caso de que puedas identificar a los okupas será más fácil que estos se presenten ante la justicia pero eso no siempre es posible. El juez llamará a ambas partes a declarar y por norma general los individuos que hayan invadido tu casa no se presentarán, lo que alarga el proceso.
Evidentemente aquí estamos explicando la ocupación de una segunda vivienda ya que si se tratase de tu domicilio habitual las formas serían diferentes ya que en lugar de un delito de usurpación de la propiedad sería considerado allanamiento de morada y el Código Penal establece penas de cárcel por ello, y la justicia actuará más rápidamente.
El proceso de desalojo puede durar desde varios meses hasta un año, e incluso más depende el juzgado que tramite su petición y cómo esté de saturado. Cuando el juez emita una resolución ya sí podrás acceder a tu vivienda de forma legal y recuperar tu propiedad, por norma habitual sin entrar en conflicto con los okupas porque estos ya estarán pendientes para marcharse antes de que llegue la Policía con la orden judicial y evitar así las multas correspondientes.
El banco me vende una casa que está ocupada. ¿Qué hago?
En la primera premisa hemos partido de la base de que tú eres el propietario legal que quiere acceder a su segunda vivienda por los motivos que sean. Ahora bien, es posible que esto también suceda cuando una entidad bancaria quiera venderte un piso y este se encuentre ocupado, por lo que hay varias cosas que debes saber.
Lo primero, en estos casos la ocupación tiene que figurar entre las cargas del piso. Atento porque aquí el banco no te puede engañar ni vulnerar tus derechos, ya que estará incurriendo en un delito que podrás llevar ante la justicia. De esta forma en la escritura pública debe constar claramente la situación y, si aceptas, correrá por tu cuenta el proceder a los trámites legales para el desalojo.
Asesórate de la mejor manera
¿Y si los okupas son mis inquilinos?
Vale, nos ponemos en una situación desagradable pero que hay que contemplar. Tú has alquilado tu vivienda a unas personas que puntualmente han pagado su alquiler. Pasa el tiempo y de repente dejan de ingresar ese dinero. Cuando llamas a tu inquilino no responde, y finalmente optas por ir al domicilio y te encuentras que nadie te abre la puerta y que la cerradura está cambiada.
En este caso al existir un contrato previo el proceso para echar a esa gente de tu propiedad sigue unos cauces distintos, por lo general más rápidos que los anteriores porque aquí están de sobra identificados los infractores y además no solo están ocupando ilegalmente una vivienda sino que han incumplido un acuerdo civil firmado previamente contigo. En estos casos debes acudir a las fuerzas del orden y la justicia para que pongan en marcha los mecanismos necesarios.
Recupero mi casa pero está destrozada. ¿Ahora qué?
Este es otro de los grandes problemas que aparecen después de la ocupación. Una vez que consigues recuperar tu inmueble es posible que te encuentres daños graves cometidos sobre el mismo. La opción legal sería denunciar a los okupas y que sobre estos recayera el pago del arreglo de los destrozos y la correspondiente indemnización. Pero lo que sucede en la mayoría de casos es que, incluso identificando a los delincuentes, estos se declaren insolventes y no haya forma de cobrar ni en euro para arreglar tu hogar.
Es una situación injusta y que genera mucha impotencia en el propietario, pero en este caso la Ley no deja mucho más margen de actuación al respecto. Lo recomendable es que consultes con tu abogado especialista en derecho civil a ver si, acorde a tus circunstancias, hubiese alguna otra vía de actuación satisfactoria para hacer valer tus derechos y que te paguen lo que corresponde por las averías.
La mediación con los okupas, una posible solución
Ante el abatimiento que produce encontrarse tu casa ocupada y la lentitud de la justicia existe una vía que en ocasiones puede ser satisfactoria para ti, aunque tienes que ser meticuloso e ir con precaución. Hay en casos en los que podrás hablar con los okupas e intentar llegar a un acuerdo para que estos desalojen tu vivienda. Como hemos apuntado al principio habrá quien acepte que la casa no es suya y accedan a marcharse sin más, incluso con suerte será gente civilizada que de verdad haya tenido que recurrir a la ocupación pero que ni siquiera haya producido destrozos en el hogar.
Pero por desgracia esto no es frecuente. Lo más normal es que el conflicto aparezca entre ocupados y propietarios y más cuando quienes habitan ilegalmente un inmueble conocen cómo funciona la justicia y saben que van a disponer de unos cuantos meses, como mínimo, para seguir viviendo allí. Por ello lo mejor es que recurras nuevamente a tu abogado y a un mediador profesional para que con su ayuda puedas entablar un diálogo productivo con los ocupados y así recuperar la residencia. En el caso de que las conversaciones tornen hacia la violencia no lo dudes: contacta con la Policía.
No caigas tampoco en el error de querer usar la intimidación por la fuerza bruta para echar a los ocupados, ya que esto puede ser utilizado en tu contra. Aunque suene desesperante si entras en la provocación y hay heridos o cualquier lesionado en el intento por desalojar a esas personas estas te pueden denunciar y con la Ley en la mano podrían ganar el juicio y te tocaría pagar indemnización. Y el caso puede ser aún peor ya que si el lesionado eres tú los okupas seguirán en tu propiedad y encima si los denuncias por delito de lesiones lo más seguro es que se declaren insolventes y no recibas ningún tipo de compensación.
Además del propio interesado, la comunidad de vecinos también podrá denunciar una ocupación si tiene claro que no es el propietario quien habita el inmueble. Esto generalmente se da en casos en los que los okupas generan ruido, suciedad o malestar por sus comportamientos, y seguirá la misma vía que a título individual. Por lo general lo primero será intentar hablar con ellos por parte del presidente del bloque con el objetivo de que cesen su comportamiento lesivo hacia el resto (no deberías poner tu confianza en que la comunidad de vecinos denuncie por ti una ocupación, la iniciativa tiene que ser tuya). En el caso de que los infractores desoigan esos consejos de convivencia entonces es posible que la comunidad decida denunciar.
Por último tienes que tener presente que los movimientos okupas por lo general están bien organizados y cuentan con un asesoramiento de calidad a través de plataformas sociales que los ayudan, aunque en estos casos por lo general también serán los más receptivos a marcharse si expones tus argumentos. En cambio los grupos más violentos o que actúen por libre pueden ser quienes más problemas te generen.
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