Fraude de los motores diésel: descubre qué puedes ganar si denuncias

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Quizá lo sepas, quizá no. Tu coche diésel puede estar trucado. ¿Cómo es posible si a ti no te gusta el tunning, y no has visto ni una de las películas de ‘Fast and Furious’? Todo tiene una explicación. Y en este caso la palabra clave que debes conocer es ‘dieselgate’, la que te permitirá descubrir qué le sucede a tu vehículo y cómo puedes reclamar las indemnizaciones que te corresponden por ser víctima de un fraude.

A modo de breve introducción, el caso de los coches diésel fraudulentos ha supuesto un escándalo a nivel mundial ya que la marca Volkswagen, así como otros fabricantes vinculados al gigante alemán, trampeó gracias a un software informático los datos de emisión de gases contaminantes de sus vehículos con motor diésel. Y esto tiene consecuencias legales que ya han comenzado su curso.

Por lo tanto, si eres propietario de algún automóvil con motor diésel de las marcas Volkswagen, Audi, Seat o Skoda, debes seguir leyendo. Si no, también, porque la sospecha ha afectado a otras compañías y, aunque de momento los únicos casos probados afectan a las mencionadas, conviene estar bien informado para reaccionar con premura. El tiempo es oro, y más en estos casos en los que el delito puede prescribir.

¿Qué es el ‘dieselgate’?

El fraude de los motores se ha denominado como ‘dieselgate’, que no es más que una adaptación algo irónica del nombre escándalo político que en la década de los 70 acabó con la carrera presidencial de Nixon, lo que se conoció como Watergate.

En septiembre de 2015, tras la repercusión mediática que tuvo una investigación que acusaba al fabricante de trampear sus datos, Volkswagen reconoció públicamente que había usado un software en algunos de sus motores diésel.

¿Qué supone esto? La marca alemana se valió de la informática para engañar. Alteró el valor de las emisiones de gases contaminantes (en concreto de nitrógeno de oxígeno) de sus motores para que reflejase en el túnel de pruebas menos de lo que realmente emitían una vez salían a la carretera, y así poder conseguir las homologaciones medioambientales pertinentes. Para el consumidor final del vehículo, esto supone que compró un coche engañado pensando que contaminaba menos, lo que supone un incumplimiento de contrato.

Además el propietario de ese vehículo trucado puede tener problemas en el futuro ya que aunque de momento la lupa está puesta en el CO2 que emiten los automóviles, es posible que la vigilancia se amplíe al nitrógeno. Esto significa que tú, que compraste un vehículo pensando que era ‘limpio’, puede que tengas problemas inesperados en próximas Inspecciones Técnicas (ITV) o que incluso las restricciones de tráfico por alta contaminación te impidan circular en días o semanas puntuales. Un perjuicio con el que no contabas, ya que nadie te informó de esta trampa cuando adquiriste tu automóvil.

¿Mi motor diésel está entre los afectados?

Esta es la primera pregunta que hay que responder antes de iniciar la reclamación. No todos los motores diésel de Volkswagen, Audi, Seat y Skoda se han visto afectados, por lo que el primer paso es identificar si el tuyo se encuentra entre ellos.

Los modelos más afectados son los del motor diésel EA 189, pero dentro de estos hay varios tipos. Volkswagen mandó circulares a los afectados, por lo que en principio si estás dentro de ellos habrás recibido una notificación. Pero esto tampoco es de fiar, por lo que es mejor que sigas los siguientes consejos.

El portal especializado en automovilismo Auto Bild se hizo eco de la lista de modelos afectados, entre los que están el Polo, el Golf, Passat, los Seats Ibiza, León, Toledo o Altea, Audi A1, A3, A4, A5, A6, TT, o los Skoda Fabia o Octavia. Aquí solo hemos destacado algunos de los modelos más comunes, aunque lo cierto es que hay más, y que dentro de cada uno de los modelos puede haber diferencias.

Para comprobar con certeza si el tuyo está trucado puedes recurrir a las páginas webs de los fabricantes que han reconocido los hechos (las que hemos mencionado). Introduciendo el número de bastidor de tu vehículo lograrás saber si estás o no afectado. Y, para hacerte más fácil la búsqueda, aquí te dejamos los enlaces de Volkswagen, Audi, Seat y Skoda. Hay que recordar que este fraude afecta a automóviles fabricados en todo el mundo, por lo que tanto si lo has adquirido en España como en cualquier otro país, puede estar afectado.

¿Cómo inicio mi reclamación?

Si el número de bastidor coincide con alguno de los motores diésel trucados debes reaccionar con rapidez. En primer lugar ponte en contacto con un abogado especialista en este tipo de caso. En Easyoffer puedes contactar con los mejores de forma rápida, cómoda, gratuita y sin compromiso, solo con completar el formulario online explicando tu caso.

Los tiempos son importantes porque son hechos que pueden prescribir al cabo de un par de años. En este sentido la abogada María José Moreno explica que “si compras uno de estos coches, en los dos siguientes años puedes reclamar. Y luego tienes tres años más para continuar con la demanda, pero siempre que se haya iniciado en esos dos años”.

No obstante Moreno también indica que existen diferentes vías para iniciar estas reclamaciones, ajustadas a los plazos que maneje el cliente. Por ejemplo, la nulidad contractual tiene una caducidad de cuatro años, “entiendo que a partir de cuando se reconoce el fraude, en 2015” analiza Moreno.

Tras contactar con un abogado, el siguiente paso, en recomendación de Moreno, es ponerse en contacto con el fabricante y también con el concesionario que vendió el automóvil. Puede ser a través de un correo electrónico o de una carta postal, pero hay que mostrar un interés por el caso, que sirva de base para la futura reclamación. Y es una forma de evitar que pase el tiempo y pueda prescribir.

Desde Volkswagen se han ofrecido a actualizar gratuitamente el software manipulado, pero hay que tener cuidado con esto. Por lo general esta actualización resta potencia al vehículo, y además desde el fabricante alemán tratan de que renuncies a emprender acciones legales contra ellos. El consejo es que no firmes ningún documento encaminado a que tus posibilidades legales se vean reducidas ya que es obligación de la marca el reparar el software sin coaccionar a sus clientes ni obligarlos a aceptar unas condiciones que no son beneficiosas para el consumidor.

En octubre de 2016 comenzaron los trámites para reparar estos vehículos, aunque las asociaciones han protestado por la lentitud del proceso.

¿Qué proceso sigue la demanda por el engaño del diésel?

Hace aproximadamente un par de meses, a finales de octubre de 2016, el juzgado de Valladolid devolvió la esperanza a los afectados. Hasta entonces las demandas puestas contra la marca en España se habían sentenciado a favor del fabricante, pero en este caso se dio la razón al propietario, a quien indemnizaron con un diez por ciento del valor del automóvil, 5.000 euros.

La importancia de esta victoria judicial no es el hecho de la cuantía sino que abre la puerta a más sentencias como estas en otros tribunales de España. Con un solo veredicto no es posible sentar jurisprudencia pero sí anticipa un aluvión de nuevas reclamaciones que ya tendrán un precedente judicial.

Para presentar la denuncia es necesario reunir la documentación oportuna. En esencia se trata de la documentación del vehículo y el contrato de compra venta. La particularidad del caso es que no solo se condena al fabricante sino que también la denuncia va contra el concesionario, solidariamente, ya que el que ha engañado al usuario es el concesionario. También se debe aportar información sobre la última Inspección Técnica superada por el vehículo, la carta del fabricante avisando de que está entre los afectados (si se ha recibido) y la información que demuestre que se ha hecho ya algún tipo de reclamación, si fuese el caso.

Según apunta Moreno, “a veces estos casos se resuelven con una carta, no hace falta llegar a pleito. Pero si se llega se necesita una prueba pericial, la valoración técnica de un ingeniero”. La recomendación de esta abogada especialista es enviar la misiva, algo que interrumpe la prescripción, al concesionario y al fabricante exigiendo la reparación inmediata y solicitando una indemnización.

Si el concesionario ofrece un acuerdo con una indemnización el asunto podría resolverse pronto. Si no lo hace, habría que acudir a la vía judicial, pero al menos el hecho no expiraría y se puede actuar sin urgencias. La respuesta del concesionario dependerá de muchos factores, como la confianza con el vendedor o los acuerdos del propio concesionario con el fabricante, entre otros.

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¿Qué puedo ganar?

Esta es la pregunta del millón, en la que se puede resumir todo lo demás. Es importante tener claro que el consumidor de esos vehículos trucados es una víctima de un fraude realizado por una compañía, un engaño que además afecta a la salud pública debido a la trampa sobre gases tóxicos. Y una mentira que, una vez corregido el software, puede también afectar a la potencia del vehículo. Son varios los perjuicios.

Como hemos indicado, la primera sentencia favorable ha valorado el montante económico de la indemnización en un diez por ciento del valor del vehículo (cinco mil euros). Según considera Moreno, la cuantía dependerá del modelo y de cómo quede el coche tras actualizar en software en relación con cómo debería haber sido (en cuanto a potencia del motor y emisiones). En los casos más drásticos la indemnización podría ser el valor completo del vehículo pero lo normal es que oscile entre el 20 o el 30 por ciento.

En otros países, como en Estados Unidos, sí se han producido indemnizaciones muy importantes a los consumidores. Pero de momento en España no está siendo así. De hecho la Comisión Europea ha expedientado al Gobierno de nuestro país (además de a Alemania, Grecia, Lituania, Luxemburgo, Reino Unido y la República Checa) por no haber reaccionado ante el fraude ni haber aplicado las correctas sanciones.

Es solo un ejemplo de las reacciones internacionales que ha provocado este caso. Por ejemplo, Australia a través de su Comisión de Competencia y Consumo ha demandado a Volkswagen, Francia ha anunciado que podría prohibir la venta de ciertos modelos, y el alcalde de Londres declaró hace un mes que el fabricante alemán debe a la ciudad 2,5 millones de libras como consecuencia del escándalo.

Efectos negativos en el futuro

El hecho de reclamar justicia no solo tiene sentido para recibir una justa indemnización, sino para paliar los efectos que este trucaje puede tener en el futuro. Hay que pensar más allá ya que al tratarse de un bien con una vida útil de decenas de años los efectos adversos pueden manifestarse dentro de un tiempo.

Por empezar con uno, aunque son todos iguales en importancia, está el tema de la contaminación. Los organismos europeos otorgan unas homologaciones ‘verdes’ en función de la cantidad de gases que emite a la atmósfera. Tras el trucaje, los coches afectados no cumplirían con los estándares indicados y solo después de su reparación quedarían homologados.

A efectos prácticos, esto quiere decir que un vehículo de estos podría verse afectado por los protocolos de contaminación que cada vez más activan las ciudades. Que te pare la Guardia Civil o la Policía Municipal, te multe, y te impida circular porque tu coche emite más gases de los que te dijeron es un gran perjuicio, y un buen motivo para reclamar.

Otra repercusión importante en el futuro es el hecho de superar las ITV. En la actualidad solo se controla el CO2 pero nadie puede asegurar que un cambio de normativa suponga que también se revise el Nitrógeno de Oxígeno (NOX), y todos estos coches se vean expuestos de forma negativa. Para evitar estas repercusiones mañana mejor contar con un buen abogado especialista hoy.

La jurisprudencia del fraude del diésel, ¿qué pasará?

Acabamos este post tratando de adivinar por dónde pueden encaminarse las demandas contra Volkswagen y el resto de fabricantes autores del fraude de los motores diésel.

Según explica Moreno “en cuanto haya más sentencias de juzgados de primera instancia, que no son juzgados mercantiles, habrá jurisprudencia menor”. La emitida en Valladolid abrió el camino, aunque pendiente del recurso de Volkswagen, pero deben llegar más sentencias como esa para confirmar esa vía y que, al menos, haya una base válida para resolver los casos antes de llegar al Supremo, a donde muchas veces se llega por jurisprudencia contradictoria de las audiencias provinciales.

Además en estos momentos es posible que, ante la posibilidad de que se acumulen las sentencias en contra, fabricante y concesionarios opten por negociar con los clientes afectados para evitar llegar a los tribunales. Una opción que un buen abogado sabrá aprovechar.

También hay que tener presente el hecho de la prescripción, por lo que se recomienda ser diligente y hacer cuanto antes los pasos que hemos recomendado, ya que las responsabilidades civiles podría incluso caducar al cabo de un año.

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