Cómo buscar financiación para tu empresa

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¡Ayuda! ¿Cómo buscar financiación para mi empresa? Puede ser la pregunta del millón. Esa que se hace un emprendedor después de pasarse semanas o meses dando vueltas a una genial idea en la cabeza, de formar el esqueleto de lo que más adelante será su empresa. ¿Cómo consigo dinero para levantar este proyecto? Y de la respuesta que des a esta pregunta puede depender el éxito o el fracaso.

Por eso desde Easyoffer queremos dejarte unas pinceladas que pueden alumbrar tu camino tanto si quieres arrancar desde cero tu negocio como si ya lo tienes consolidado pero estás pensando en expandirte a otros mercados, abrir una nueva línea de producción o, porque no, lanzarte a la aventura internacional.

Lo primero es un consejo: paciencia. Es lo que necesitas si quieres tocar las puertas de los inversores esperando una respuesta. Puede que tu proyecto sea bueno, y que sepas transmitirlo con pasión, pero recibir financiación no es fácil recurras a la vía que recurras, de las muchas que hay.

Una vez mentalizado para la tarea que te espera, tienes opciones. Seguramente las tradicionales ya las conozcas. Ir a un banco, presentar tu proyecto, y escuchar las condiciones para recibir un préstamo o un crédito que te pueda servir para poderte financiar. Aquí no vas a tener mucha posibilidad de negociación ya que lo más probable es que la entidad tenga de ante mano pactadas las normas y tú tan solo puedas firmar un contrato de adhesión aceptando sus requisitos.

Pero si quieres explorar otras vías, que sepas que hay posibilidades. Que se ajusten o no a tus características dependerá del proyecto que tengas entre manos y de lo ambicioso que quieras ser. Ahora mismo montar una empresa vinculada al sector de las nuevas tecnologías, con ideas relacionadas con Internet, no es muy costoso (al menos no comparado con montar una industria, por ejemplo) ya que hay costes fijos como el de la oficina que puedes ahorrar, al menos en las primeras fases, ya que probablemente con un ordenador puedas empezar a funcionar.

No obstante sí que es importante dejar una cosa clara. Existen novedosas vías para financiar tu proyecto, pero generalmente están también adaptadas a ideas rompedoras o con un potencial alto no solo económico sino en cuanto a innovación. Esto no significa que si quieres montar un negocio tradicional se te vayan a cerrar todas las puertas, pero sí que es cierto que muchos de los inversores a los que nos vamos a referir centran sus fondos en startup que con poca inversión, y en un medio plazo, puedan ser muy rentables.

Financiación con business angels y capital riesgo

Es probable que esta terminología te suene y no sepas muy bien cómo relacionarla. Los business angels son particulares que se dedican a invertir y financiar en empresas que consideren que tienen potencial. Lógicamente no es gente que regala su dinero, sino que ve una buena oportunidad de negocio para ellos a través de tu empresa, de tal forma que ambas partes salen ganando. Generalmente a cambio de su aportación reciben participaciones, entran a formar parte de la Directiva y también, gracias a su experiencia, suelen aconsejar a los administradores jóvenes sobre cuáles son las formas más adecuadas de alcanzar los objetivos.

En el mismo sentido, pero esta vez con sociedades en lugar de particulares, los fondos de capital riesgo buscan el potencial en las compañías y las inyectan liquidez que las ayuda a crecer financieramente. Estos fondos de capital riesgo están constituidos en sociedades formadas por empresas que se dedican a invertir, por lo que es gente profesional y con experiencia. Al igual que los ángeles, su aportación es persiguiendo ánimo de lucro, ya que al cabo de un tiempo venden la parte de la empresa participada y vuelven a buscar otra en la que empezar el ciclo.

Esta opción es tan fácil como parece, pero a la vez es complicada. Primero por el tipo de negocio, ya que los inversores tienen buen ojo para elegir aquellos de los que esperan un rápido crecimiento financiero, habitualmente vinculados al mundo de las nuevas tecnologías. Segundo, porque estos inversores profesionales suelen guardarse opciones para que, en caso de que la joven empresa no funcione como se espera, puedan salirse sin perder dinero convirtiéndose en acreedores preferentes.

Y tercero, lo que nos lleva a otro concepto, es que existen muchas empresas optando a ser elegidas por el capital riesgo o los business angels. La competencia es muy grande y aquí entra la opción de las rondas de inversores, o rondas de financiación, en las que lo socios de una empresa deben elaborar una presentación convincente y un plan de negocio viable y creíble para presentarlo a los potenciales inversores. Es una forma de entablar diálogo con empresarios importantes al mismo tiempo que vendes tu idea para intentar conseguir financiación.

Subvenciones y otras ayudas públicas como vía de financiación

Al hilo del capital riesgo, no solo las entidades privadas se encargan de financiar a las empresas. Lo cierto es que España tiene a disposición de los empresarios varias líneas para buscar financiación para su empresa, con condiciones que a priori van a ser ventajosas. Ahora bien, con requisitos también complicados de superar.

Las líneas de préstamo del ICO (Instituto de Crédito Oficial) ejercen de banco público dependiente del Ministerio de Economía, y entre su misión está la de dotar de financiación a empresas pequeñas, medianas y grandes. De nuevo, la gestión de estos fondos no es azarosa, sino que el interesado tendrá que presentar su proyecto y desde el ICO estudiarán su viabilidad y los posibles riesgos que entrañe.

Otra de las opciones, esta vez en la rama del Ministerio de Industria, es acudir al ENISA. Esta empresa pública (puesta en marcha en 1982) está creada para ayudar a los emprendedores y prestar servicios no solo de financiación, sino también aquellos que favorezcan el desarrollo empresarial. Desde el ENISA por ejemplo gestionan aportaciones de capital riesgo hacia las empresas y es una de las herramientas más importantes del Estado para apoyar a sus empresarios, pero hace solo unos meses, en junio de 2016, desde el Gobierno cortaron sustancialmente los fondos para esta empresa pública por lo que en la actualidad resulta también complicado optar a una de sus aportaciones.

En los dos casos anteriores, se trata de dinero que hay que devolver al Estado. Pero también las personas jurídicas pueden revisar la Base de Datos nacional de subvenciones para comprobar su alguna de las ayudas que ponen en marcha las comunidades autónomas, ayuntamientos, el propio estado o incluso la Unión Europea puede encajar en las necesidades del negocio que quieres crear. Una subvención, por su propia naturaleza, es dinero concedido que no hay que devolver (siempre que se destine al uso para el que se creó la ayuda, ya que de lo contrario la empresa podría incurrir en un delito). Si bien no es para nada recomendable confiar el futuro de tu compañía a las subvenciones, sí que pueden ser útiles en momentos puntuales.

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El préstamo participativo, desde 1996

La actual puede que sea de las más duras, pero no es la única crisis que ha vivido este país. Para tratar de impulsar la actividad económica, en 1996 se publicó un Real Decreto con medidas urgentes de carácter fiscal y liberalización de la actividad económica que pretendía aportar opciones que fomentasen la creación de empresas y el crecimiento de estas.

Una de esas opciones fue la de los préstamos participativos, un instrumento de financiación otorgado por las entidades privadas (también públicas) con una peculiaridad: los intereses son variables. En función de cómo evolucione la empresa tendrá que pagar más o menos, lo que supone una flexibilidad en las condiciones del préstamo. También favorece que los plazos de devolución son a más largo plazo, que el empresario no tiene que aportar una garantía para obtenerlos sino vale con un buen plan de negocio, y que se trata de préstamos subordinados por lo que quedan detrás de otros acreedores en caso de liquidación (este préstamo se considera patrimonio neto a estos efectos).

No obstante, al tipo de interés variable suelen añadir un tipo fijo que en ocasiones puede hacer que esta vía no sea la más rentable, aunque es bueno explorarla y conocer, para tu negocio, las posibilidades que puede ofrecer.

Otras opciones más inverosímiles que podrían funcionar

Hasta aquí hemos detallado algunas de las opciones más serias para poderte financiar y que pueden hacer crecer un negocio. Pero no son ni mucho menos las únicas posibilidades que tiene un empresario que va a constituir una nueva empresa, o que quiere dar vida a la que tiene.

La tradicional ‘FFF’ (algo así como amigos, familia y locos, en castellano) es una solución a la que se ha apelado toda la vida y que para pequeños proyectos puede funcionar: pedir dinero a tus conocidos. Igual puedes lograr que alguno de ellos se involucre, que te ceda fondos o incluso que te haga un pequeño préstamo a devolver en condiciones ventajosas. Pero ten cuidado, los expertos recomiendan no mezclar demasiado a la familia o a las amistades en los negocios, ya que en el caso de que la aventura salga mal puede generarse una tensión que acabe en la ruptura de relaciones (no será la primera).

Otra de las opciones, vinculada también a startup o pequeñas empresas relacionadas con proyectos artísticos en la Red, es la del Crowdfunding. Algo así como realizar una colecta en Internet. Hay casos de éxito financiados a través de esta vía (en España varios medios de comunicación han recurrido a ello para dar salida a sus proyectos) pero para conseguir triunfar con una campaña así necesitas horas de planificación, tener una amplia red de contactos, y ofrecer alicientes jugosos a los futuros inversores. Estas plataformas de microcréditos (hay varias, en España y a nivel internacional, tendrías que buscar en la que mejor encaje tu negocio) pueden darte una alegría pero, al igual que con las subvenciones, confiar todo un proyecto empresarial al éxito que aquí tengas sería, cuanto menos, arriesgado.

Aquí tienes algunas pistas que pueden ayudarte en el momento de lanzarte a la maravillosa aventura que es el emprendimiento. Un camino complicado, lleno de trabas (algunas de ellas procedentes de la propia Administración a modo de impuestos), pero que es enriquecedor y aporta una satisfacción personal como pocas actividades lo hacen. Todo ello sin olvidar el principal objetivo, sacar rentabilidad a tu idea.

Para que a tu empresa no la falte de nada y tenga todos los temas bajo control, es necesario recurrir a una asesoría especializada en derecho mercantil que pueda ayudarte. Son muchas y complejas las telarañas legales que envuelven a una compañía, pero con un aliado a tu lado podrás sacarla adelante desde el mismo momento de buscar la financiación.

Además gracias a Easyoffer, encontrar a ese asesor ideal no te costará nada. Tu tiempo es dinero, y a través de nuestra plataforma ganarás rapidez en tu gestión y además a coste cero. Completa el formulario online que verás en nuestra web y nuestros profesionales asociados redactarán para ti, de forma gratuita y sin compromiso, hasta tres presupuestos personalizados con los que podrás comparar opciones y elegir la asesoría cerca de ti que más confianza te genere.

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