Motivos por los que tu empresa necesita una asesoría fiscal
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La Ley es la Ley, que decían los romanos. Dura, sí, pero de obligado cumplimiento. Y si alguien en España conoce bien las exigencias de la normativa esos son los empresarios, esos administradores de pequeñas y medianas empresas que a lo largo y ancho de España forman el tejido industrial de este país y que, por si fuera poco con la crisis económica o el descenso del volumen de ventas, tienen que luchar día a día frente a una burocracia y un pago de impuestos que complica más su tarea.
Es frecuente escuchar a los autónomos o pequeños empresarios decir que su peor socio es la Administración. ¿Cómo puede ser eso? La función del Estado, cuyo papel debería ser el de ayudar a potenciar los negocios y de esa forma no poner trabas a la creación de empleo, parece contar con la reprobación de quienes afrontan elevados impuestos (incluso por cosas que no han cobrado), pagos a la Seguridad Social, cuotas de autónomo que no se corresponden con el volumen de negocio, y otra serie de zancadillas que, dicen, pone la Administración.
Por ello, para contrarrestar el papel de ese mal socio, os traemos las claves por las que a tu empresa la podría interesar contar con los servicios de una asesoría fiscal. Un asesor fiscal puede ayudarte a pagar menos impuestos y a estudiar las fórmulas legales que beneficien a tu sociedad, a continuación te contamos los principales beneficios que te puede traer contratar una
Planificación fiscal, un arma a disposición de todas las empresas
Vamos a por el objetivo principal: pagar menos impuestos. Este es el caballo de batalla de muchos pequeños empresarios que ven su cuenta de resultados acosada por el pago de tributos, que hace que su beneficio, en ocasiones bastante ajustado ya, se vea reducido.
Por ello una asesoría especializada puede trazar para tu sociedad lo que se llama la planificación fiscal. Esto consiste esencialmente en, siempre de forma legal, buscar los resquicios a las leyes para pagar menos impuestos. Esta estrategia busca actuar a medio plazo y está personalizada a cada empresa, porque depende de los requisitos de esta (personalidad jurídica, número de trabajadores, tipos de contratos, localización, tipo de negocio, etc.) para poder buscar una u otra solución.
Generalmente son las grandes empresas las que más se benefician de la planificación fiscal porque al abarcar tantos ámbitos encuentran más fácilmente los resquicios legales. Pero eso no quita para que las pymes tengan su oportunidad también de beneficiarse de una correcta asesoría fiscal.
El asesoramiento fiscal, otra herramienta para planificar los pagos
Una vez que se ha buscado la forma de pagar menos dinero a las arcas públicas hay que empezar a planificar cuándo y cómo se van a producir los pagos, para no quedar las cuentas de tu empresa descubiertas y que encima la Administración te cobre intereses.
Para ello una asesoría fiscal especializada, como las que puedes encontrar de forma sencilla y gratuita en Easyoffer, van a confeccionar para ti un calendario fiscal para que sepas cuándo tienes que liquidar cada uno de los tributos. Además podéis estudiar la opción para fraccionar pagos o aplazarlos a una fecha que te convenga mejor, lo que te dará ventaja para poder primero cobrar tus trabajos y luego saldar las deudas con Hacienda.
Entre los impuestos principales a los que tu persona jurídica va a tener que hacer frente está el pago anual del Impuesto de Sociedades, que grava la obtención de renta. También el pago del IVA para lo que se exige hacer una cuenta de forma trimestral entre el IVA soportado y el IVA repercutido, es decir, lo que tú pagas por este Impuesto sobre el Valor Añadido y lo que tú ingresas. Estos son algunos de los principales pagos (sin contar las cuotas de la Seguridad Social que se paga de forma mensual por cada empleado, ni tampoco la cuota de autónomo que puede superar los 300 euros mensuales).
No olvides que una empresa tendrá que hacer frente también a tasas municipales por la prestación de diferentes servicios. Y al Impuesto sobre Bienes Inmuebles si es propietaria de alguno de estos, el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentales, etc.
La temida inspección de hacienda, ¿cómo abordarla?
Este es otro de los puntos clave que cualquier empresario debe plantearse. El inspector de Hacienda es una de esas figuras que genera miedo para cualquier sociedad mercantil aunque esté todo en regla. Es como ir a una ITV con un coche algo antiguo, que hasta que no la superas siempre te queda la sospecha de que algo mal te van a sacar, algo que tú no sabías.
A diferencia de una inspección de trabajo, que puede realizarse en cualquier momento y sin previo aviso, la de Hacienda tiene que tener una comunicación previa para poner al administrador social en pre aviso. Lo normal es recibir una carta indicando qué se investiga, qué impuestos y correspondientes a qué ejercicios. Y será el empresario quien tenga que reunir toda esa documentación y presentarla en el día que te haya indicado la Agencia Tributaria, por lo que es ideal contar con una asesoría fiscal que te ayude a mantener tu documentación al día y bajo los parámetros que exige la ley.
El inspector revisará la información aportada y podrá optar por hacerte una amable visita a tu lugar de trabajo, a tu domicilio social. Este funcionario es como una autoridad así que no podrás poner trabas a su labor, porque eso podría complicar tu situación bastante. Pero sí tienes una serie de derechos frente a él, y el primero es que, si tu trabajo es un espacio privado, podrás negarle el acceso salvo que traiga una orden judicial. En cambio si tu negocio está abierto al público (tienda, restaurante, peluquería, etc.) no tendrás esa opción.
Una vez dentro el inspector te solicitará los correspondientes libros contables, podrá tomar imágenes, hablar con los empleados, incluso revisar tus discos duros. La resolución de su trabajo puede tardar hasta un año, así que no caigas en el nerviosismo si no recibes pronto un veredicto. Y además ten en cuenta de que tienes derecho a presentar alegaciones antes de pagar la multa que te quiera imponer la Administración.
Asesórate de la mejor manera
Evita los delitos contra la hacienda pública
Aquí volvemos a la primera fase de este post. La Ley es la Ley, y su incumplimiento tiene consecuencias. Generalmente las infracciones que pueda cometer una persona jurídica van a ser castigadas con sanciones económicas, multas varias, o la pérdida del derecho de obtener subvenciones o licitaciones públicas.
Pero puede ser que esas infracciones sean de tal gravedad que pasen a ser juzgadas por el Código Penal. Según entiende la legislación, cualquier acción u omisión encaminada a defraudar a la Administración por una cuantía superior a los 120.000 euros tendrán castigo de prisión por al menos un año y multas proporcionales a lo defraudado. También el eludir el pago de las cuotas de la Seguridad Social por valor superior a los 50.000 euros tendrá consideración de delito penal.
Falsear las cuentas de una sociedad mercantil o utilizar de manera irregular las subvenciones obtenidas también entran dentro de la consideración de delitos contra la Hacienda Pública. Y sí, es cierto que se valora la mala fe del acusado como agravante, pero el hecho de desconocer la normativa no será una cuerda de salvación para ti si incurres en uno de estos hechos.
Estos no son los únicos pero sí son algunos de los puntos más destacados en los que, de no tener, echarás de menos con una asesoría fiscal. Si estás harto de pagar impuestos, si los tributos descuadran tu cuenta, y tienes la sensación de que solo trabajas para la Administración, no lo dudes. En Easyoffer te ayudamos a encontrar a tu mejor socio de una forma cómoda, realmente sencilla y, sobre todo, gratuita. Rellena el formulario online que verás en nuestra web y recibirás, sin ningún compromiso, hasta tres presupuestos personalizados de asesorías fiscales en tu zona. Compara las opciones y elige la asesoría fiscal que más se ajuste a tu perfil para que puedas empezar a pagar menos impuestos.
